miércoles, 19 de diciembre de 2007

KM 5226:ZINGUINCHOR

Estaba agusto en Dakar, como en casi cualquier sitio, pero no puedo decir que sea la ciudad de mis sueños. Dedicarle una semana me parece suficiente. Si hubiera llegado más tarde me habría quedado hasta año nuevo (aquí debe organizarse una gran fiesta), pero no puedo esperar tanto sin hacer nada. Además es bastante caro, y si me he podido permitir estar aquí es porque dentro de una habitación con una cama de matrimonio dormíamos un polaco, un japonés y yo (por imperativo económico).

13-12-2007: DAKAR-MBOUR (86 km)

Al marcharse mis amigos se instalaron en mi cuarto una pareja de ciclistas franceses. Nuestras rutas convergían los primeros 40 km desde Dakar, así que salimos juntos y compartimos la densa nube de humo que hay sobre la carretera hasta mas allá de Rufisque. Desde allí ellos seguían hacia Thies y yo hacia Mbour.



Llegué a Mbour cansado y hambriento, y deambulé por algunas calles arrastrando la bici sobre la arena hasta que encontré un hotel. Demasiado caro...no me dejan montar la tienda...¡adiós!. Cuando me iba un hombre que se tomaba una cerveza y había oído la conversación me dijo que si lo que quería era montar la tienda e irme mañana por la mañana que podía hacerlo en su casa, que tenía sitio. Fue muy amable. El único inconveniente es que en la zona había demasiados mosquitos. Fui al cuarto de baño con grandes planes, y cuando me vi rodeado de cientos de ellos no tube mas remedio que abreviar mi visita y aguantarme.
Mientras Felix, el hombre en cuestión, trabajaba en el taller de muebles metálicos yo salí a ver el mercado de pescado junto a la playa. Hablé con alguna gente, y la norma es que los chicos jóvenes quieren irse a Europa con uno de esos bonitos barcos. Mi argumento:"No, es muy peligroso, muchos mueren", el suyo: "Tú ganas en un día lo que yo gano en un mes".

La playa de los pescadores

La llegada de los pescadores a la playa







                                                  El mercado de pescado junto a la playa
Mujeres bailando (junto al mercado de pescado de la playa donde llegan los pescadores)


14-12-2007: MBOUR-FOUNDIUGNE (93 km)

De Mbour salí hacia Kaolack, dirección Mali por la vía rápida, pero no se que bicho debió picarme para cambiar mi opinión en cuestión de segundos. Al llegar a Fatik, mucho antes de Kaolak, me entró mucha curiosidad por ver la región del Sine-Saloum, y ya puestos Gambia y la Casamance, y las Guineas...así que dicho y hecho, me lancé hacia el Sur, cambiando una buena carretera por una no carretera.

15-12-2007: FOUNDIUGNE-TOUBAKOUTA (72 km)

Otros 30 km sin asfalto al salir de Foundiugne, pero rodeado de preciosos árboles y pequeñas aldeas al mas puro estilo africano, con sus casitas de planta circular y tejado cónico. Habría hecho mil fotos, pero eso habría atraído a mil niños, así que no.
Todos me llaman Toubab, que literálmente significa persona blanca. No me gusta demasiado porque muchos lo usan en tono despectivo, y porque en vez de eso podrían decir "hola" (¿Que pasaría si en España, al paso de un senegalés todos le señaláramos y le dijéramos ¡Negro!, ¡Negro!, ¡Negro!...)
En Toubakouta conocí a un Holandés que se había casado con una senegalesa y andaba ocupado en la construcción de su casa. El muy gilipollas se dedicó a repartir caramelos entre los niños a su llegada, y ahora todos le piden caramelos todo el tiempo. De todas formas fue una suerte encontrarlo porque me había quedado sin francos CFA (al no pasar por Kaolack no pude ir al banco) y el me cambió los 50 euros que tenía de reserva, suficiente para llegar a Zinguinchor.

16-12-2007: TOUBACOUTA-SEREKUNDA (78 km)

No se si Irán planea o no hacerse con bombas atómicas, pero si es así ,y necesita un lugar para sus ensayos nucleares, propongo la costa de Gambia.
Postal típica: turistas rollizos de grandes billeteras que gastan en un postre lo que una familia come en una semana, ancianas desdentadas de pelo blanco y poca vergüenza que compran la compañía y otros servicios de jóvenes desesperados sin escrúpulos, Toubabs rodeados de sirvientes negros que recogen sus migajas...
Aquí es más que evidente que un blanco y un negro son cosas completamente diferentes. No me extraña ahora que todo el mundo me pida dinero, deben pensar que soy uno de esos imbéciles que pagan diez veces el precio de un refresco y dejan el 20 por ciento de propina mientras sonríen.
De la frontera al norte con Senegal hasta el ferry de Banjul no hay carretera. De Mandinaba hasta la frontera al sur no hay carretera. Pero del aeropuerto a las zonas turísticas de la costa hay una autovía impecable. Esta costa es de lo peorcito que he visto hasta ahora.
Debajo de esto hay un pais muy pequeño completamente metido dentro de Senegal. Cuando uno llega en bici desde Karang solo puede apreciar dos diferencias. La primera es que la carretera se convierte en pista de tierra y la segunda es que los niños dejan de decir "Toubab donez moi un cadeau" para decir "Toubab give me one pen", en cuestión de cientos de metros cambia la música de fondo.

En el camping donde me quede conocí a un chico inglés que viaja en moto hacia Sudáfrica y que tiene una colección de historias de terror que contar sobre sus pasos por las fronteras. No habla francés, y eso le ha costado mucho dinero. Lo peor fue en la frontera de Mauritania con Senegal, donde la policia le siguió con el coche hasta hacerlo caer en el arcén. Después le sacaron casi 100 euros. Es una razón por la que no quería meterme por esta zona, demasiados paises con demasiadas fronteras. Sin embargo a veces uno tiene suerte, al entrar en Gambia evadí el pago de 25000 CFA que los españoles deben pagar por el visado explicándoles que solo quería atravesar el país para llegar al sur de Senegal, y que con la bici podía hacerlo en un solo día. Me concedieron 48 horas por 5000 CFA, así que no protesté. En el otro extremo de Gambia la mujer de la oficina de migración me pidió 100 Dalasis (la moneda de Gambia), le dije que no iba a pagar nada por salir, y entonces ella,de forma patética, se indignó porque no quería darle nada después de haber hecho "todo el trabajo"(sellar el pasaporte). No me quiso ni decir adiós.
En Zinguinchor he ido a hablar con el cónsul de Guinea-Bissau, para comprar mi visado y preguntar por la situación de seguridad de la zona. Tambien le comenté el tema de la policía en las fronteras, y él me dijo con un tono de completa normalidad que la policía suele hacer eso, y que yo soy libre de pagar si tengo el dinero o de no pagar si no quiero, porque al fin y al cabo esto es África.

18-12-2007: SEREKUNDA-ZINGUINCHOR (146 km)

Tenía que llegar en un solo día a Zinguinchor (y no estaba cerca), porque necesitaba visitar el consulado el miércoles. De otro modo debía esperar hasta el lunes, porque el jueves y el viernes es la fiesta del Tabasqui, donde todos los musulmanes matan y comen corderos.

Animales que serán comidos todos el mismo día


No fue fácil, en los últimos 20 km de Gambia la carretera está tan rota que molesta. Hay que ir por la arena esquivando los pedazos de asfalto que aún quedan pegados al suelo. Aquí choqué con un chico que transportaba pescado en una bici, los dos esquivamos el mismo agujero por el mismo lado, y él no tenía frenos.
El paisaje es verde verde, los árboles casi invaden la carretera (o camino), y esto me viene genial, porque apantallan el viento que ya no es a favor, sino en contra o de costado, y hay grandes ríos que hay que cruzar en barco (como el Saloum o el Gambia). No es difícil ver monos sentados en los árboles, grupos de buitres comiendo restos de algún animal o algún enorme lagarto que sale corriendo al verme (por suerte no hacia mi).
Y el clima es perfecto, diciembre y enero es el mejor momento para estar aquí. Parece que he elegido bien las fechas.

viernes, 7 de diciembre de 2007

KM 4750: DAKAR

Al final nadie me pidió explicaciones por llegar con más una semana de retraso a Nouakchott y me concedieron el visado sin más, por 5000 Oguiyas, menos de lo que esperaba. Sencillamente no se habrán molestado en buscar el permiso en las incontables páginas del pasaporte para comprobar la fecha en que caducaba. Y no es la primera vez, es muy común que el policía te ordene parar, te pida el pasaporte, lo ojeé durante un rato con los ojos perdidos en el infinito, te lo devuelva y finalmente te pregunte: "¿nacionalidad?".

Como el visado es lo que nos retenía en Nouakchott (ciudad que rivaliza con Nouadhibou por la supremacía cultural y turística de toda la costa Atlántica de la república) salimos dispuestos a llegar a Senegal en dos días.

27-11-2007: NOUAKCHOTT-TIGUENT (113 km)

Antes de llegar a Nouakchott solo hay desierto, pero al sur de la capital el desierto se acaba, se va transformando gradualmente, poblándose de vegetación, árboles, colinas, aldeas, hasta llegar al río Senegal, lugar donde ya te has olvidado de las carreteras solitarias. Era percibir nuestra presencia y los niños de las aldeas salían corriendo de sus casas para llegar a nuestro lado y decirnos "¡Señor, dame un regalo!". Probablemente eso es todo lo que saben decir en francés, aunque me extraña mucho que todos y cada uno de los niños en 100 km hayan aprendido a decir exactamente lo mismo y a asociar los mismos conceptos, blanco-regalo, de la misma manera de forma espontánea.

28-11-2007: TINGUENT-RICHARD TOLL (122 km)

A medida que mi francés mejora (porque mejora) me doy cuenta de que en muchos sitios el francés no sirve para nada. El día siguiente a Nouakchott dormimos en un pueblo llamado Tinguent. Nuestro alojamiento era una enorme tienda mauritana abierta, y una posible invasión nocturna de mosquitos nos preocupaba, así que salimos a buscar por las diferentes tiendas del pueblo una caja de esas prácticas espirales antimosquitos. Nadie hablaba francés en las tiendas, y el concepto de espiral antimosquitos no queda muy claro cuando se explica por gestos. La comunicación parecía imposible hasta que dimos con un almacén en que nos mandaron esperar hasta la llegada del que parecía ser el hombre cultivado de la localidad. Un corrillo se formó para escuchar la conversación de alto nivel entre el portavoz del lugar y los tres extraños visitantes de las bicicletas. El hombre no hablaba francés, solo un poco de inglés. Entendió nuestro problema y nos transmitió su clara predisposición a ayudarnos. Nos dijo que no había espirales antimosquito en ningún almacén del pueblo, pero que si decidíamos permanecer allí durante dos días, él podría desplazarse hasta la ciudad y conseguirlas para nosotros.
Los últimos 50km al sur de Mauritania no fueron muy confortables, con la carretera girando hacia el este teníamos el viento en contra, a cada camión que pasaba recibíamos una ducha de arena, subiendo y bajando colinas constantemente y niños y mas niños gritando, a veces con mala leche, ¡DAME UN REGALO!
Llegamos a Roso, y la policía Mauritana nos pedía 2000 Ouguiya a cada uno por el trámite. Nos parecía muy sospechoso, así que decidimos desconfiar a pesar de que la policía nos decía "no os preocupéis, somos la policía,todo esta bien". Precisamente por eso, porque eran la policía, desconfiábamos. Finalmente pasamos sin pagar un solo Ouguiya. (Más tarde he conocido a otros que terminaron pagando, por lo que esto debe ser el pan de cada día de la policía mauritana en Roso). Ese día, después de atravesar el río Senegal con el ferry (en que nos pedían 600 y acabamos pagando 90) llegamos a Richard Toll, lugar donde un error técnico provoco un choque entre Christian y yo que acabó con el sexagenario ciclista por los suelos. No hubo daños irreparables pero si no se hubiese levantado rápido habría sido arrollado por un carro sobrecargado arrastrado por un burro, la peor muerte posible.
En el pueblo buscamos tres cervezas Gazelle para celebrar que habíamos llegado a Senegal, país donde el alcohol no esta prohibido.

29-11-2007: RICHARD TOLL-SAINT LOUIS (107 km)

Saint Louis es una ciudad con mucho que ofrecer. Al principio resulta agobiante el acoso de los vendedores, no entienden que si a la primera les has dicho que NO a la quinta seguirá siendo que NO, pero tras unos días, cuando conoces donde suelen moverse los vendedores y donde no, y cuando los vendedores ya saben que tú no vas a comprar, uno se siente mucho más relajado y a gusto. La ciudad se reparte entre el continente, una isla y una península. La isla queda entre el continente y la península, y por medio de dos puentes todo queda comunicado. La isla es la parte turística, con los hoteles, los restaurantes caros, y los locales de música. En el continente está el mercado. En la península esta la zona de los pescadores. Además, si uno recorre la estrecha península hacia el sur, como a 5km, se empiezan a encontrar playas solitarias y limpias.
Estuve allí 5 días, y me habría quedado mucho más si hubiese tenido algún tipo de ocupación. Pregunté en el Centro Cultural Francés sobre sus cursos, pero empiezan a finales de enero, y eso es mucho esperar.

Aquí no todo el mundo es musulmán, y los musulmanes son más flexibles que en Marruecos o Mauritania. No es imposible ver a un hombre musulmán bebiendo una cerveza, ni a una chica musulmana con un escote.
Definitivamente me habría quedado más tiempo, viviendo en la bonita y colorida isla, pero comiendo y haciendo las compras en el continente, donde los precios son mucho mas bajos.

Mezquitas en Saint Louis

Bonita decoración de un restaurante donde me sirvieron el plato típico de Senegal: arroz con pescado, tras dos horas y quince minutos de espera


4-12-2007: SAINT LOUIS-KEBEMER (111 km)

Aquí ya estoy solo en la bici, Jean Claude y Christian salieron de Saint Louis unos días antes y quedamos en vernos en Dakar. Estando solo suelo llevar un ritmo mas relajado pero empleo menos tiempo en las paradas para comer, así que a mediodía ya había hecho los 110 km hasta Kebemer. Me aloje en "La maison de la femme" (La casa de la mujer), que es una especie de centro social para mujeres donde además tienen habitaciones. La directora fue muy amable conmigo. Me condujo a mi habitación y me indicó donde podía ir a comer en el pueblo, a lo que yo contesté "iré enseguida porque tengo mucha hambre". Se fue, y debió compadecerse de mi porque a los cinco minutos regresó y me dijo que como ella tenía preparada su comida, si quería, podía comer con ella y sus hijos en su casa. El gran plato en el suelo, para 6 personas, y a comer con la mano. Los niños querían que yo comiese lo mejor, así que se dedicaban a aplastar y desmigar las verduras y el pescado y a arrojarlo a mi lado del plato. Fueron muy amables al aplastar con la mano el pescado para mi.
Es curioso también como hay mucha gente que habla español por aquí, la directora del centro hablaba un poco, y en Saint Louis encontré a un hombre, Louis, que lo hablaba perfectamente (de hecho me regaló un cuento que él había escrito y le habían traducido en Español). Louis me explicó que en la escuela se enseña francés, y como idioma extranjero el inglés, pero que cuando vas al instituto puedes elegir otra de las siguientes lenguas: portugués, alemán, ruso y español. Es curioso que no se enseña el Wolof, que es la lengua que más se utiliza, y que solo se aprende hablando.

5,6-12-2007: KEBEMER-DAKAR (170 km en dos dias)

Desde Kebemer a Thies bonitos árboles Baobab a los lados de la carretera, relativamente tranquilo, sin mucho tráfico, pero después de Thies, y sobretodo los últimos 30 km hasta Dakar, terrible. Retenciones kilométricas que me obligan a sortear coche por coche por los huecos que encuentro y que no están ocupados por los miles de vendedores. Es una parte de la que habría prescindido con gusto, pero que sin embargo me toca hacer dos veces, porque de Dakar se sale por el mismo sitio que por donde se entra. es una península.

Baobabs durante el trayecto

En Dakar encontré a Jean Claude y Christian, que han acabado con éxito su viaje (Bélgica-Dakar), y encontré gente con la que compartir estos días de descanso.

Ejemplo de "gente con la que compartir estos días de descanso"

Única foto de Dakar


Al llegar a Dakar tengo la sensación de haber acabado un viaje, y es que de hecho este tramo (Valencia-Dakar) es la única parte sobre la que me había molestado en buscar información, lo demás quedaba tan lejos que ni siquiera tenía una idea de por donde iría la ruta después de Dakar.
El caso es que una vez aquí me toca comprar mapas, preguntar a la gente, investigar el tema de los visados y la presencia (o no) de cajeros automáticos en los próximos países.
Todo esta por decidir.

Y nunca se sabe lo que te puedes encontrar en medio del camino.