miércoles, 19 de diciembre de 2007

KM 5226:ZINGUINCHOR

Estaba agusto en Dakar, como en casi cualquier sitio, pero no puedo decir que sea la ciudad de mis sueños. Dedicarle una semana me parece suficiente. Si hubiera llegado más tarde me habría quedado hasta año nuevo (aquí debe organizarse una gran fiesta), pero no puedo esperar tanto sin hacer nada. Además es bastante caro, y si me he podido permitir estar aquí es porque dentro de una habitación con una cama de matrimonio dormíamos un polaco, un japonés y yo (por imperativo económico).

13-12-2007: DAKAR-MBOUR (86 km)

Al marcharse mis amigos se instalaron en mi cuarto una pareja de ciclistas franceses. Nuestras rutas convergían los primeros 40 km desde Dakar, así que salimos juntos y compartimos la densa nube de humo que hay sobre la carretera hasta mas allá de Rufisque. Desde allí ellos seguían hacia Thies y yo hacia Mbour.



Llegué a Mbour cansado y hambriento, y deambulé por algunas calles arrastrando la bici sobre la arena hasta que encontré un hotel. Demasiado caro...no me dejan montar la tienda...¡adiós!. Cuando me iba un hombre que se tomaba una cerveza y había oído la conversación me dijo que si lo que quería era montar la tienda e irme mañana por la mañana que podía hacerlo en su casa, que tenía sitio. Fue muy amable. El único inconveniente es que en la zona había demasiados mosquitos. Fui al cuarto de baño con grandes planes, y cuando me vi rodeado de cientos de ellos no tube mas remedio que abreviar mi visita y aguantarme.
Mientras Felix, el hombre en cuestión, trabajaba en el taller de muebles metálicos yo salí a ver el mercado de pescado junto a la playa. Hablé con alguna gente, y la norma es que los chicos jóvenes quieren irse a Europa con uno de esos bonitos barcos. Mi argumento:"No, es muy peligroso, muchos mueren", el suyo: "Tú ganas en un día lo que yo gano en un mes".

La playa de los pescadores

La llegada de los pescadores a la playa







                                                  El mercado de pescado junto a la playa
Mujeres bailando (junto al mercado de pescado de la playa donde llegan los pescadores)


14-12-2007: MBOUR-FOUNDIUGNE (93 km)

De Mbour salí hacia Kaolack, dirección Mali por la vía rápida, pero no se que bicho debió picarme para cambiar mi opinión en cuestión de segundos. Al llegar a Fatik, mucho antes de Kaolak, me entró mucha curiosidad por ver la región del Sine-Saloum, y ya puestos Gambia y la Casamance, y las Guineas...así que dicho y hecho, me lancé hacia el Sur, cambiando una buena carretera por una no carretera.

15-12-2007: FOUNDIUGNE-TOUBAKOUTA (72 km)

Otros 30 km sin asfalto al salir de Foundiugne, pero rodeado de preciosos árboles y pequeñas aldeas al mas puro estilo africano, con sus casitas de planta circular y tejado cónico. Habría hecho mil fotos, pero eso habría atraído a mil niños, así que no.
Todos me llaman Toubab, que literálmente significa persona blanca. No me gusta demasiado porque muchos lo usan en tono despectivo, y porque en vez de eso podrían decir "hola" (¿Que pasaría si en España, al paso de un senegalés todos le señaláramos y le dijéramos ¡Negro!, ¡Negro!, ¡Negro!...)
En Toubakouta conocí a un Holandés que se había casado con una senegalesa y andaba ocupado en la construcción de su casa. El muy gilipollas se dedicó a repartir caramelos entre los niños a su llegada, y ahora todos le piden caramelos todo el tiempo. De todas formas fue una suerte encontrarlo porque me había quedado sin francos CFA (al no pasar por Kaolack no pude ir al banco) y el me cambió los 50 euros que tenía de reserva, suficiente para llegar a Zinguinchor.

16-12-2007: TOUBACOUTA-SEREKUNDA (78 km)

No se si Irán planea o no hacerse con bombas atómicas, pero si es así ,y necesita un lugar para sus ensayos nucleares, propongo la costa de Gambia.
Postal típica: turistas rollizos de grandes billeteras que gastan en un postre lo que una familia come en una semana, ancianas desdentadas de pelo blanco y poca vergüenza que compran la compañía y otros servicios de jóvenes desesperados sin escrúpulos, Toubabs rodeados de sirvientes negros que recogen sus migajas...
Aquí es más que evidente que un blanco y un negro son cosas completamente diferentes. No me extraña ahora que todo el mundo me pida dinero, deben pensar que soy uno de esos imbéciles que pagan diez veces el precio de un refresco y dejan el 20 por ciento de propina mientras sonríen.
De la frontera al norte con Senegal hasta el ferry de Banjul no hay carretera. De Mandinaba hasta la frontera al sur no hay carretera. Pero del aeropuerto a las zonas turísticas de la costa hay una autovía impecable. Esta costa es de lo peorcito que he visto hasta ahora.
Debajo de esto hay un pais muy pequeño completamente metido dentro de Senegal. Cuando uno llega en bici desde Karang solo puede apreciar dos diferencias. La primera es que la carretera se convierte en pista de tierra y la segunda es que los niños dejan de decir "Toubab donez moi un cadeau" para decir "Toubab give me one pen", en cuestión de cientos de metros cambia la música de fondo.

En el camping donde me quede conocí a un chico inglés que viaja en moto hacia Sudáfrica y que tiene una colección de historias de terror que contar sobre sus pasos por las fronteras. No habla francés, y eso le ha costado mucho dinero. Lo peor fue en la frontera de Mauritania con Senegal, donde la policia le siguió con el coche hasta hacerlo caer en el arcén. Después le sacaron casi 100 euros. Es una razón por la que no quería meterme por esta zona, demasiados paises con demasiadas fronteras. Sin embargo a veces uno tiene suerte, al entrar en Gambia evadí el pago de 25000 CFA que los españoles deben pagar por el visado explicándoles que solo quería atravesar el país para llegar al sur de Senegal, y que con la bici podía hacerlo en un solo día. Me concedieron 48 horas por 5000 CFA, así que no protesté. En el otro extremo de Gambia la mujer de la oficina de migración me pidió 100 Dalasis (la moneda de Gambia), le dije que no iba a pagar nada por salir, y entonces ella,de forma patética, se indignó porque no quería darle nada después de haber hecho "todo el trabajo"(sellar el pasaporte). No me quiso ni decir adiós.
En Zinguinchor he ido a hablar con el cónsul de Guinea-Bissau, para comprar mi visado y preguntar por la situación de seguridad de la zona. Tambien le comenté el tema de la policía en las fronteras, y él me dijo con un tono de completa normalidad que la policía suele hacer eso, y que yo soy libre de pagar si tengo el dinero o de no pagar si no quiero, porque al fin y al cabo esto es África.

18-12-2007: SEREKUNDA-ZINGUINCHOR (146 km)

Tenía que llegar en un solo día a Zinguinchor (y no estaba cerca), porque necesitaba visitar el consulado el miércoles. De otro modo debía esperar hasta el lunes, porque el jueves y el viernes es la fiesta del Tabasqui, donde todos los musulmanes matan y comen corderos.

Animales que serán comidos todos el mismo día


No fue fácil, en los últimos 20 km de Gambia la carretera está tan rota que molesta. Hay que ir por la arena esquivando los pedazos de asfalto que aún quedan pegados al suelo. Aquí choqué con un chico que transportaba pescado en una bici, los dos esquivamos el mismo agujero por el mismo lado, y él no tenía frenos.
El paisaje es verde verde, los árboles casi invaden la carretera (o camino), y esto me viene genial, porque apantallan el viento que ya no es a favor, sino en contra o de costado, y hay grandes ríos que hay que cruzar en barco (como el Saloum o el Gambia). No es difícil ver monos sentados en los árboles, grupos de buitres comiendo restos de algún animal o algún enorme lagarto que sale corriendo al verme (por suerte no hacia mi).
Y el clima es perfecto, diciembre y enero es el mejor momento para estar aquí. Parece que he elegido bien las fechas.

viernes, 7 de diciembre de 2007

KM 4750: DAKAR

Al final nadie me pidió explicaciones por llegar con más una semana de retraso a Nouakchott y me concedieron el visado sin más, por 5000 Oguiyas, menos de lo que esperaba. Sencillamente no se habrán molestado en buscar el permiso en las incontables páginas del pasaporte para comprobar la fecha en que caducaba. Y no es la primera vez, es muy común que el policía te ordene parar, te pida el pasaporte, lo ojeé durante un rato con los ojos perdidos en el infinito, te lo devuelva y finalmente te pregunte: "¿nacionalidad?".

Como el visado es lo que nos retenía en Nouakchott (ciudad que rivaliza con Nouadhibou por la supremacía cultural y turística de toda la costa Atlántica de la república) salimos dispuestos a llegar a Senegal en dos días.

27-11-2007: NOUAKCHOTT-TIGUENT (113 km)

Antes de llegar a Nouakchott solo hay desierto, pero al sur de la capital el desierto se acaba, se va transformando gradualmente, poblándose de vegetación, árboles, colinas, aldeas, hasta llegar al río Senegal, lugar donde ya te has olvidado de las carreteras solitarias. Era percibir nuestra presencia y los niños de las aldeas salían corriendo de sus casas para llegar a nuestro lado y decirnos "¡Señor, dame un regalo!". Probablemente eso es todo lo que saben decir en francés, aunque me extraña mucho que todos y cada uno de los niños en 100 km hayan aprendido a decir exactamente lo mismo y a asociar los mismos conceptos, blanco-regalo, de la misma manera de forma espontánea.

28-11-2007: TINGUENT-RICHARD TOLL (122 km)

A medida que mi francés mejora (porque mejora) me doy cuenta de que en muchos sitios el francés no sirve para nada. El día siguiente a Nouakchott dormimos en un pueblo llamado Tinguent. Nuestro alojamiento era una enorme tienda mauritana abierta, y una posible invasión nocturna de mosquitos nos preocupaba, así que salimos a buscar por las diferentes tiendas del pueblo una caja de esas prácticas espirales antimosquitos. Nadie hablaba francés en las tiendas, y el concepto de espiral antimosquitos no queda muy claro cuando se explica por gestos. La comunicación parecía imposible hasta que dimos con un almacén en que nos mandaron esperar hasta la llegada del que parecía ser el hombre cultivado de la localidad. Un corrillo se formó para escuchar la conversación de alto nivel entre el portavoz del lugar y los tres extraños visitantes de las bicicletas. El hombre no hablaba francés, solo un poco de inglés. Entendió nuestro problema y nos transmitió su clara predisposición a ayudarnos. Nos dijo que no había espirales antimosquito en ningún almacén del pueblo, pero que si decidíamos permanecer allí durante dos días, él podría desplazarse hasta la ciudad y conseguirlas para nosotros.
Los últimos 50km al sur de Mauritania no fueron muy confortables, con la carretera girando hacia el este teníamos el viento en contra, a cada camión que pasaba recibíamos una ducha de arena, subiendo y bajando colinas constantemente y niños y mas niños gritando, a veces con mala leche, ¡DAME UN REGALO!
Llegamos a Roso, y la policía Mauritana nos pedía 2000 Ouguiya a cada uno por el trámite. Nos parecía muy sospechoso, así que decidimos desconfiar a pesar de que la policía nos decía "no os preocupéis, somos la policía,todo esta bien". Precisamente por eso, porque eran la policía, desconfiábamos. Finalmente pasamos sin pagar un solo Ouguiya. (Más tarde he conocido a otros que terminaron pagando, por lo que esto debe ser el pan de cada día de la policía mauritana en Roso). Ese día, después de atravesar el río Senegal con el ferry (en que nos pedían 600 y acabamos pagando 90) llegamos a Richard Toll, lugar donde un error técnico provoco un choque entre Christian y yo que acabó con el sexagenario ciclista por los suelos. No hubo daños irreparables pero si no se hubiese levantado rápido habría sido arrollado por un carro sobrecargado arrastrado por un burro, la peor muerte posible.
En el pueblo buscamos tres cervezas Gazelle para celebrar que habíamos llegado a Senegal, país donde el alcohol no esta prohibido.

29-11-2007: RICHARD TOLL-SAINT LOUIS (107 km)

Saint Louis es una ciudad con mucho que ofrecer. Al principio resulta agobiante el acoso de los vendedores, no entienden que si a la primera les has dicho que NO a la quinta seguirá siendo que NO, pero tras unos días, cuando conoces donde suelen moverse los vendedores y donde no, y cuando los vendedores ya saben que tú no vas a comprar, uno se siente mucho más relajado y a gusto. La ciudad se reparte entre el continente, una isla y una península. La isla queda entre el continente y la península, y por medio de dos puentes todo queda comunicado. La isla es la parte turística, con los hoteles, los restaurantes caros, y los locales de música. En el continente está el mercado. En la península esta la zona de los pescadores. Además, si uno recorre la estrecha península hacia el sur, como a 5km, se empiezan a encontrar playas solitarias y limpias.
Estuve allí 5 días, y me habría quedado mucho más si hubiese tenido algún tipo de ocupación. Pregunté en el Centro Cultural Francés sobre sus cursos, pero empiezan a finales de enero, y eso es mucho esperar.

Aquí no todo el mundo es musulmán, y los musulmanes son más flexibles que en Marruecos o Mauritania. No es imposible ver a un hombre musulmán bebiendo una cerveza, ni a una chica musulmana con un escote.
Definitivamente me habría quedado más tiempo, viviendo en la bonita y colorida isla, pero comiendo y haciendo las compras en el continente, donde los precios son mucho mas bajos.

Mezquitas en Saint Louis

Bonita decoración de un restaurante donde me sirvieron el plato típico de Senegal: arroz con pescado, tras dos horas y quince minutos de espera


4-12-2007: SAINT LOUIS-KEBEMER (111 km)

Aquí ya estoy solo en la bici, Jean Claude y Christian salieron de Saint Louis unos días antes y quedamos en vernos en Dakar. Estando solo suelo llevar un ritmo mas relajado pero empleo menos tiempo en las paradas para comer, así que a mediodía ya había hecho los 110 km hasta Kebemer. Me aloje en "La maison de la femme" (La casa de la mujer), que es una especie de centro social para mujeres donde además tienen habitaciones. La directora fue muy amable conmigo. Me condujo a mi habitación y me indicó donde podía ir a comer en el pueblo, a lo que yo contesté "iré enseguida porque tengo mucha hambre". Se fue, y debió compadecerse de mi porque a los cinco minutos regresó y me dijo que como ella tenía preparada su comida, si quería, podía comer con ella y sus hijos en su casa. El gran plato en el suelo, para 6 personas, y a comer con la mano. Los niños querían que yo comiese lo mejor, así que se dedicaban a aplastar y desmigar las verduras y el pescado y a arrojarlo a mi lado del plato. Fueron muy amables al aplastar con la mano el pescado para mi.
Es curioso también como hay mucha gente que habla español por aquí, la directora del centro hablaba un poco, y en Saint Louis encontré a un hombre, Louis, que lo hablaba perfectamente (de hecho me regaló un cuento que él había escrito y le habían traducido en Español). Louis me explicó que en la escuela se enseña francés, y como idioma extranjero el inglés, pero que cuando vas al instituto puedes elegir otra de las siguientes lenguas: portugués, alemán, ruso y español. Es curioso que no se enseña el Wolof, que es la lengua que más se utiliza, y que solo se aprende hablando.

5,6-12-2007: KEBEMER-DAKAR (170 km en dos dias)

Desde Kebemer a Thies bonitos árboles Baobab a los lados de la carretera, relativamente tranquilo, sin mucho tráfico, pero después de Thies, y sobretodo los últimos 30 km hasta Dakar, terrible. Retenciones kilométricas que me obligan a sortear coche por coche por los huecos que encuentro y que no están ocupados por los miles de vendedores. Es una parte de la que habría prescindido con gusto, pero que sin embargo me toca hacer dos veces, porque de Dakar se sale por el mismo sitio que por donde se entra. es una península.

Baobabs durante el trayecto

En Dakar encontré a Jean Claude y Christian, que han acabado con éxito su viaje (Bélgica-Dakar), y encontré gente con la que compartir estos días de descanso.

Ejemplo de "gente con la que compartir estos días de descanso"

Única foto de Dakar


Al llegar a Dakar tengo la sensación de haber acabado un viaje, y es que de hecho este tramo (Valencia-Dakar) es la única parte sobre la que me había molestado en buscar información, lo demás quedaba tan lejos que ni siquiera tenía una idea de por donde iría la ruta después de Dakar.
El caso es que una vez aquí me toca comprar mapas, preguntar a la gente, investigar el tema de los visados y la presencia (o no) de cajeros automáticos en los próximos países.
Todo esta por decidir.

Y nunca se sabe lo que te puedes encontrar en medio del camino.

domingo, 25 de noviembre de 2007

KM 3600: NOUADHIBOU

No ha sido mal momento para encontrar la compañía de Christian y Jean Claude. 1000 km desde Laayoune en los que una gasolinera significa un oasis de comida, agua y sombra. Y no hay muchas, de modo que es importante sacar la calculadora a la hora de comprar el agua porque la siguiente nadie sabe donde esta.

Faro de Boujdour, el único pueblo en muchos muchos kilómetros.
Las montañas del Sahara


El asunto de la información es el problema. Sabiendo las distancias de antemano te puedes preparar, pero no hay ningún panel informativo (ni uno) y pronto aprendimos a no tomar como cierto ningún dato, ni del mapa (que marca rutas y pueblos que sencillamente no existen) ni de la gente (que generalmente no sabe pero contesta). Es desmoralizador pararse a preguntar a alguien y comprobar que su respuesta es completamente diferente a la respuesta anterior. Solo podemos saber donde está la próxima gasolinera unos 15 km antes de llegar, que es la distancia a la que se puede ver a simple vista resaltando sobre el horizonte plano.

Ejemplo de uno de los campamentos de estos días

 
Mi tienda, habitación y garaje para la bici.


También es buena la compañía cuando te encuentras con un grupo de perros, y tranquilizador estar con alguien francófono al atravesar los mil controles de la frontera marroquí con Mauritania. Con tanto control te parece que al final van a acabar sacándose una irregularidad de la manga y te van a fastidiar (hay policías que preguntan si la bici figura en el pasaporte y otros que piden hasta el seguro).
Las relaciones entre los dos países implicados en la frontera que cruzamos no parecen ser las mejores imaginables, cosa que salta a la vista al descubrir que ninguno de los dos países se ha molestado en construir carretera alguna entre los puestos fronterizos (unos 4 km). Hay muchos caminos trazados sobre la arena por los vehículos en su búsqueda de una ruta fácil para llegar al otro lado. Es un sitio poco acogedor, coches abandonados, montones de basura, arena en la que se clavan las ruedas de la bicicleta...no es Marruecos y no es Mauritania, y sobre nuestros mapas no existe (y por si alguien se lo está preguntando: No, no hay McDonals)



Después de todo Nouadhibou es un buen sitio para descansar, por la sencilla razón de que es UN SITIO.

Sesión de fotos en el puerto de pesca de Nouadhibou, en la que se pueden ver los restos de muchos barcos hundidos. Según Jean Claude el gobierno francés tubo el buen gesto de regalar a Mauritania toda una flota de barcos pesqueros, pero no se molestó en enseñar a los nuevos propietarios como manejarlos.
Estos son Jean Claude y Christian. Ambos de 62 años de edad.
(Este tipo de viajes hay que hacerlos ahora que somos jóvenes y fuertes...JA!)


Ellos vienen desde Bélgica y acabarán en Dakar. Tienen muy buen ritmo, son capaces de hacer 150 kilómetros en un día, lo cual es imposible para mucha gente de mi edad que yo conozco (no voy a dar nombres). Al acabar la ruta Jean Claude se desplazará al sur del país, lugar en que piensa grabar un documental con una familia a la que el ayudó con los trámites para hacer posible una intervención quirúrgica de uno de sus miembros (que finalmente salvo la vida).
Son un ejemplo de juventud, la gente se queda impresionada cuando se entera que vienen desde Bélgica en bici.
Y bueno, Jean Claude conoce bien Senegal, así que me dejaré aconsejar a la hora de decidir la ruta a seguir desde Dakar.

Y he aquí la grandiosa flota francesa

 

sábado, 24 de noviembre de 2007

KM 4120:NOUAKCHOTT

Después de tres días de descanso en Nouadhibou intentando por todos los medios encontrar algo que ver o hacer en esta ciudad decidimos que era la hora de empezar la aproximación a la capital. Es verdad que en Nouadhibou no hay grandes atracciones turísticas, pero te puedes recrear observando las diferencias que hay con respecto a Marruecos.
Muchos hombres visten grandes ropas holgadas y ondulantes de color azul y blanco, las mujeres no tienen reparos a la hora de saludarte y charlar contigo (cosa que en Marruecos pasaba muy rara vez, sobretodo en áreas rurales las mujeres solían mirar hacia otro lado cuando se les saludaba)...aquí los hombres no pasan el día mirando la calle desde las terrazas de los cafés o los salones de té...y también la forma de preparar y servir el té es diferente. Fuimos a cenar a un restaurante que nos mostró el vigilante del camping donde dormimos, y el dueño del restaurante en persona se sentó a nuestra mesa para prepararnos el té (por la ocasión especial). Tardó como veinte minutos para tres vasitos que bebimos en dos sorbos. Fue todo un espectáculo ver como llenaba los vasos, pasaba el té de vaso a vaso, volvía a echar el té dentro de la tetera, etcétera, etcétera...

Y por si no es suficiente hay oraciones matutinas, desde las seis de la mañana, desde todas direcciones y a todos los volúmenes.

Uno se da cuenta rápidamente que no tiene nada que temer aquí, ya sea de día, de noche, en la ciudad o en la carretera la sensación de peligro es nula. La gente es siempre muy amable y acogedora... Aunque por supuesto hay que estar alerta a la hora de preguntar los precios, la probabilidad de que te intenten timar es infinita, por lo que lo primero que he hecho es una pequeña lista mental con los precios de los productos que compro mas a menudo, como agua, pan, fruta... y en esto viajar con mis compañeros belgas es un punto añadido de dificultad, porque suelen conformarse muy rápido con el precio, lo que me obliga a intervenir muy a menudo con aire de indignado para recriminar al mauritano de turno semejante barbaridad de precio

20, 21, 22, 23, 24-11-2007: NOUADHIBOU-NOUAKCHOTT (unos 500 km en 4 días y medio)

Fue una bonita coincidencia que a unos 10 km de la ciudad, tanto al llegar como al partir nos cruzáramos con el famoso tren de mercancías que dicen es el más largo del mundo.




En los muchos kilómetros entre Nouadhibou y la capital no hay un solo pueblo, pero no ha sido muy difícil abastecerse, porque para nuestra sorpresa y alegría cada no demasiados kilómetros era posible encontrar grupos de tiendas de lona blanca o pequeñas casitas de madera y chapa donde podíamos descansar a la sombra, pedir que nos prepararan una comida o incluso dormir. Mis compañeros usaron en varias ocasiones las tiendas para pasar la noche, pues si era posible preferían un poco más de confort (cosas de la edad), pero yo me negaba a pagar un solo Ouguiya por dormir mientras tuviese mi tienda de campaña (también es verdad que por un mal cálculo solo tenía 4000 Ouguiya para los 5 días de trayecto (unos 12 euros). El tercer día dormimos entre las dunas a la luz de la Luna llena. se estaba tan bien que dormimos al aire libre con los sacos, mirando el cielo



Imagino que la gente de las tiendas junto a la carretera vive de dar comida y alojamiento a los camioneros y comerciantes que van y vienen entre las dos ciudades, porque aquí no hay nada de nada, y ni se puede cultivar ni se pueden tener animales pastando, de hecho a menudo no tienen ni pozo de agua, el agua se la tienen que traer de otro sitio. Y el turismo no es una fuente de ingreso con la que puedan contar, los únicos turistas que paran a dormir aquí son los que viajan en bicicleta, y porque no les queda más remedio.
En una de las tiendas de la ruta


Cada día que pasaba cubríamos una distancia de unos 100 km dirección sur, y claro, cada día hacía mas calor. Empezábamos antes de salir el Sol, en un momento perfecto para ir en bici. La carretera vacía, el viento a favor, la temperatura ideal tirando a fresca, y el Sol asomando por el horizonte, completamente plano a nuestra izquierda. La idea era avanzar hasta las once, y a partir de entonces aceptar cualquier lugar donde pudiesen hacernos algo de comer y donde poder tumbarse a descansar hasta las tres de la tarde, que es cuando el calor empieza a hacerse más soportable.





El quinto día, de detrás de una nube densa de polución y arena encontramos la ciudad de Nouaktchott. Hemos llegado sábado, lo que nos obliga a quedarnos hasta el martes, por el asunto de mi visado.(En la frontera me concedieron solo tres días de permiso, y espero que no me pongas grandes pegas por haber llegado a la renovación con una semana de retraso).

Nouackchott desde la cima de un edificio comercial de 10 plantas, que de una manera un poco cutre intenta emular los grandes centros comerciales occidentales. La gran mezquita es de lo mejor que ofrece la ciudad...y eso salta a la vista.




La playa de Nouakchott, que nos costó una hora de camino para llegar
(a veces hay que saber aceptar las ofertas de los taxistas)
 

viernes, 9 de noviembre de 2007

KM 2725: LAAYOUNE

2-11-2007: AGADIR-TIZNIT (97 km)
3-11-2007: TIZNIT-SIDI IFNI (79 km)

Había dos opciones desde Tiznit para llegar a Guelmin, y la más larga era a través de la carretera de la costa que pasa por Sidi Ifni. Me apetecía visitar Sidi Ifni, sobretodo porque ante la inminencia de la visita del Rey de España a Ceuta, el gobierno marroquí había puesto esta ciudad junto con Tarfaya(hace no mucho españolas) como el ejemplo a seguir para Ceuta y Melilla.
Los periódicos de estos días muestran el claro y manifiesto rechazo de Su Majestad Mohammed VI(que Alá le asista y guíe) por el indescriptible acto de provocación perpetrado por Juan Carlos al mancillar las ciudades expoliadas marroquíes de Ceuta y Melilla con su presencia.
Actos unánimes del pueblo marroquí a lo largo y ancho del Reino son la muestra del sentimiento de repulsa por la repugnante visita de los infieles monarcas españoles en el norte de Marruecos ocupado. Las ambiciones colonialistas españolas deben formar parte del pasado, y la ocupación debe terminar para que esas localidades regresen de una vez a la madre patria.
Además, como de mezquina es la provocación, que se lleva a cabo en los días en que se celebra el 32 aniversario de la Marcha Verde, glorioso acontecimiento que permitió la liberación de las "provincias del sur" (Sahara Occidental), y que sirve como ejemplo al mundo de un acto de paz en que no se produjo derramamiento de sangre. Viva su artífice Hassan II (Alá lo tenga en su gloria y perpetúe su generosa obra).

En Sidi Ifni hay una plaza redonda, llamada Hassan II (antes conocida como Plaza de España), en que hay un edificio en ruinas. Curiosamente lo que mejor se conserva del edificio es el escudo de España.
 
 Ahí está, ahí está viendo pasar el tiempo...

 
En paseo con vistas a la playa se abarrota de gente que mira el mar cuando se hace de noche.
La puesta de Sol es bonita desde aquí.


4-11-2007: SIDI IFNI-GUELMIM (58 km)

Día duro de duras montañas que me hacen pensar en la conveniencia de haberme desviado hacia la costa solo por ver un escudo.
Una vez sorteadas las montañas, que según el mapa son la prolongación del Anti Atlas, se descubre una llanura que, a primera vista, parece llegar hasta Senegal.

5-11-2007: GUELMIM-TAN TAN (132 km)
 
Llanuras sin fin, algunos camellos, matorral bajo, y ni un solo punto de sombra en 132 km.
Gracias a que estamos en noviembre y a que sopla un viento fresco no hace mucho calor hasta las once y media o doce. Es soportable, pero esto va a ir a más a medida que me mueva hacia el sur.
En Tan Tan he comprado un paraguas enorme, casi como una sombrilla, de modo que cuando quiera descansar del Sol pueda hacerlo independientemente de si un camello me permite colocarme bajo su panza o no.
Camellos a la entrada de Tan Tan

6-11-2007: TAN TAN-SIDI AKHFENNIR (115 km)

Yo pensaba que no habría sitios para descansar en los 220 km de Tan Tan a Tarfaya, así que cargué la bici con un montón de comida y agua. En el momento en que los tornillos que fijan el caballete al cuadro de la bici se partieron por la mitad supe que ese era el límite de peso que podía llevar.
El otro día, en Sidi Ifni, conocí a un tipo que me preguntó si no había tenido problemas con los perros que suelen morder a los ciclistas,"hasta ahora no"...hasta ahora.
A lo largo de la costa, cuando la carretera pasa muy cerca del mar, hay casitas de pescadores construidas con plásticos, cartones, tiendas de campaña, telas...y muchas de ellas suelen estar bien guardadas por un poco hospitalario perro. Primero me descubre a lo lejos y se queda de pie mirándome, a medida que me acerco empieza a ladrar cada ver con más fuerza, y finalmente cuando estoy junto a la casa se lanza hacia mi con las peores intenciones.
Eso me obliga a acelerar el ritmo para dejarle correr tras de mi hasta que se canse, pero algún día encontraré uno que corra más que yo y me tocará sacar el paraguas para atravesarlo con una estocada torera.
Al final había un sitio antes Tarfaya, Sidi Akhfennir, donde en su calle principal (o calle única) se puede uno quedar en el hotel Atlas, cuyas habitaciones tienen luz desde las 7 de la tarde hasta las 10 de la noche.

Las primeras dunas


7-11-2007: SIDI AKHFENNIR-TARFAYA (105 km)







En Tarfaya no hay mucho que ver, pero no te puedes aburrir. Mucha gente aquí habla español y ha estado en las Canarias, y cuando ven a un español quieren conocerle. Me he pasado el día charlando con todo el mundo, he recibido ofertas varias, desde cenar con la familia hasta casarme con la hija(¡gratis!)..."no gracias, no me cabe en las alforjas, ¿no la tendrá mas pequeña?"
Algunos de ellos se han presentado como saharauis...y el dueño del hotel (muy simpático) se ha enfadado conmigo (solo un momento) porque he dicho que Ceuta y Melilla son españolas. Antes fue militar, y está retirado, y ahora debe seguir trabajando porque aquí no hay pensión de jubilado. Vaya, vaya, si Tarfaya aún fuese español tendría su paga.

Vista de la calle desde la ventanita de mi habitación/zulo.


8-11-2007: TARFAYA-LAAYOUNE (105 km)



Como no hay pueblos importantes después de aquí (excepto Dahkla, a donde no creo que me desvíe) y en Mauritania no hay cajeros automáticos, tenía que conseguir euros para llegar hasta Senegal. Solo un sitio vende euros, el Banco de Magreb, pero se han negado a vendérmelos porque no puedo justificar de donde he sacado los Dirhams que les llevo. Si cuando el cajero me preguntó si quería el ticket hubiese dicho "SÍ" me habría ahorrado este problema. Tras un día entero de indagaciones he conseguido 250 euros a través de un amigo del chico que trabaja en la recepción del hotel, que casualmente trabaja en un banco. Transacción en negro en el interior de mi cuarto, sobres en ambas direcciones y aquí no ha pasado nada.
Creo que tengo dinero suficiente para llegar a Senegal, ya solo queda el problema del visado de Mauritania, que no podre conseguir en la frontera, sino en la capital, lugar al que no puedo llegar con los tres días de permiso que conceden en Nouadhibou...pero eso está aún a 1000 kilómetros de distancia, así que ya estoy listo para seguir.
Esta mañana, con la bici cargada, dispuesto a comerme el mundo y ya atravesando la puerta del hotel me encuentro con dos belgas. Me preguntan adonde voy y por donde. Me dicen que ellos también y también en bici. Al final me quedo un día mas en Laayoune, y mañana salimos los tres juntos hacia Senegal. Estas cosas a veces pasan.


 

jueves, 1 de noviembre de 2007

KM 2040: AGADIR

25-10-2007:EL-JADIDA-OUALIDIA (85 km)

Imagino que habrá muchas más, pero aquí he visto mi primera puesta de sol del viaje. En una playa muy bonita. Y al ponerse el sol por el Oeste justo aparecía la luna por el Este. Luna llena, como el primer día. Esto significa dos cosas: 1-Hace ya un mes lunar que empecé, y 2-El plano de la órbita de la luna con la tierra esta inclinado respecto del plano de la órbita de la tierra con el Sol, porque sino habría habido un eclipse (y me habría dado cuenta).



26-10-2007: OUALIDIA-SAFI (59 km)
27-10-2007: SAFI-ESSAOUIRA (140 km)

A unos 27 km de Safi esta Sebt-de-Gzoula, es solo un punto en el mapa, pero debía de ser su día grande porque todo el pueblo era una feria. Con mucha gente, muchos puestos de todo tipo y muchos caballos siendo arreglados y preparados para las carreras. Un caos difícil de cruzar, pero sobretodo una sorpresa inesperada que me alegró el día cuando se me antojaba muy largo y difícil desde el principio (¡140 km!).





Además hoy es el primer día que veo camellos tirando de arados o comiendo de los árboles, y las palmeras también se empiezan a dejar ver (fuera de las avenidas de las ciudades). Siento que algo se acerca.
Este es un gran sitio para ir en bicicleta. Es difícil parar y no encontrar a alguien con quien hablar. También hay quien te habla desde otra bici o desde una de tantas ruinosas mobilette cargadas como un camión (he adelantado a muchas de ellas). Y luego están los jóvenes que al verte se ponen a tu altura con su bicicleta y te incitan a competir, cosa que yo ni quiero ni puedo dejar de hacer, aunque acabe con mis fuerzas.
Gente muy simpática, como cuando encontré una tienda cerca de Talmest. No veía donde estaba el dueño, pero le oía gritarme para hacerse ver. Varios gritos después di con él cagando tras una pared.."bonjour monsieur"...me quedé media hora hablando (después de que terminara con lo suyo), y al final rellenó mis botellas con agua sacada de un agujero en el suelo (no sabia si decir "merci" o "¡No!").
En Essaouira, una vez que había llegado y me había acomodado en mi alojamiento encontré a un tipo con una bicicleta y un extraño carro que tenía pinta de no saber muy bien lo que estaba buscando. Así que fui a hablar con él por si le podía ayudar.
Es francés y se llama Tomas, y su recorrido va de Tanger a Agadir, ciudad donde un amigo suyo lo llevará en su 4x4 hasta Burkina Faso. Tubo la ocurrencia de comprar un carro diseñado para conectarse al eje de la rueda trasera y pasear a los niños, pero en lugar de pasear a los niños lo ha llenado con mas de 45 kilos de cosas y se lo ha traído a Marruecos. Ahí dentro tiene todo lo que se puede necesitar para vivir. Y bueno, como nuestros caminos convergen hasta Agadir vamos juntos.




28, 29, 30-10-2007: ESSAOUIRA-AGADIR (184 km en 3 días)

Con Tomas y su carro tuve que aprender a ir a otro ritmo, porque con tanto peso las cuestas se hacen más difíciles y la velocidad se reduce. Una vez me dejó probar su bicicleta y casi no puedo creer que haya conseguido llegar hasta aquí con ese trasto. Pero la velocidad no era algo importante, habiendo cargado suficiente comida y agua y teniendo las tiendas no necesitábamos llegar a ninguna parte. Cuando se hacía de noche buscábamos el sitio adecuado, apartado de la gente y montábamos el pequeño campamento. Mientras yo iba a buscar leña y reparaba sus pinchazos (4 ruedas pinchan más que 2) el preparaba el té y el tajín.
Ha sido un buen compañero.
 
Parada para la comida


Animales y plantas curiosos.

 

 
El tajín de Tomas


Invento de Tomas para aprovechar el fuerte viento de esa tarde. 


Gente generosa que nos da agua para pasar la noche.

El campamento en la base de una pequeña duna que nos protege del viento.


Desde Agadir sigo solo. Descanso unos días, busco algunas nuevas cosas que voy a necesitar a partir de ahora (pues el paisaje va a cambiar bastante) y salgo disparado con la idea de no parar hasta Laayoune, la gran ciudad del Sahara Occidental.
Por cierto Agadir es un sitio tranquilo y adecuado para descansar donde uno se siente casi como en casa (no es muy diferente) y la playa esta bastante bien. Pero eso sí, podría haber un terremoto que acabara con todo lo demás y la humanidad no tendría motivos para disgustarse.