KM 9615:LAGOS

2-3-2008: PORTO NOVO-COTONOU (37 KM)
3, 4, 5, 6-3-2008: COTONOU

Vuelvo a Cotonou resignado después de mi ingenuo intento de cruzar la frontera sin visado. La bienvenida de la ciudad de las motos (Cotonou) se manifiesta en forma de una cálida nube de humo tóxico y la promesa de conseguir el visado de Níger en 5 días.
¡5 días mas en Cotonou!
En Cotonou hay más motos que personas, y todas están circulando en este momento. Son en su mayoría moto-taxi, algo que ya había visto en Guinea y en Togo antes de aquí.
Es la opción más barata de transporte público, y la más rápida, y cuando las veo circular me vienen a la memoria atracciones de feria en que montaba cuando era pequeño, como los coches de choque por ejemplo.
Si por descuido (o por suicidio) te encuentras en medio de su camino, intentarán esquivarte, pero nunca frenar, nunca. He presenciado no pocos accidentes en estos días en la ciudad. La gente reacciona con total normalidad cuando esto ocurre. Es algo que encaja dentro de lo cotidiano, como pelar un coco con un machete o cargar una nevera sobre la cabeza, algo normal.
Las veces que he tenido que recurrir a ellas para ir verdaderamente lejos en la ciudad siempre hablo primero con el conductor y, tras acordar el precio prometo pagarle 100 CFA extra si va despacio.
Curiosamente en todas las motos en que he montado el velocímetro marcaba siempre la misma velocidad: 0 km/h.

Uno de estos largos días de espera, vagando sin rumbo, arrastrando con desgana mis pies, mirando al suelo y maldiciendo una a una las embajadas de Nigeria que me han denegado el visado, me topo de casualidad con algo que no sabía que estaba aquí, el consulado de España.
Un verdadero golpe de suerte.
La traductora y ayudante primera del cónsul arregló en un dia todos mis problemas.
Llamó al cónsul español para explicarle mi situación, este habló con el nigeriano para conseguir una cita para el día siguiente. En el consulado de Nigeria nos presentamos la ayudante primera y yo portando una carta de parte del cónsul español. Esto fue clave. No lo hicieron fácil pero accedieron a darme 14 días, lo que les dije que necesitaba para cruzar el país.

A esta mujer le debo la continuidad de mi viaje. ¡Viva la ayudante primera del cónsul honorario de España en Cotonou!

¡Me meto en Nigeria!

7-3-2008: COTONOU-LAGOS (118 KM)

La primera impresión de Nigeria es como para dar media vuelta y volverse a Cotonou.
Los funcionarios de la frontera te tratan con desprecio, te exigen dinero, te hacen pasar por infinidad de controles, te bombardean a preguntas.
En la carretera, cada pocos kilómetros, hay un control policial. Allí uno puede encontrar al policía gracioso que golpea los vehículos con la culata de la metralleta para ordenarles el alto (humor nigeriano) y al simpático agente que te hace perder el tiempo a su antojo para preguntarte si eres del Real Madrid o del Barcelona.
Entrar a Lagos con una bicicleta es un deporte de riesgo.
Es como entrar en Casablanca, y después en Dakar y luego en Bamako. Demasiada gente, coches, motos y autobuses durante demasiados kilómetros.
Me han tirado piedras, me han insultado, he chocado con motos...
Me dirijo al norte de la ciudad, de modo que al día siguiente no tenga tanto trafico por delante. Una vez allí un hombre me indica un hotel donde puedo quedarme. El hotel esta al otro lado de la carretera, y la carretera tiene tres carriles por sentido y una mediana de más de medio metro de alto. Como le digo que yo solo no puedo pasar la bici por encima de la mediana viene conmigo para ayudarme. Cruzando, estaba el buen hombre tan pendiente de que no me pasara nada que descuidó su atención un momento de la carretera. Suficiente. Una de tantas motos chocó contra él. El golpe fue considerable.

Entro en el hotel pensando que hoy ya nada malo puede pasarme más. Me equivocaba.
Voy al comedor del hotel y descubro que en Nigeria toda la comida es PICANTE!!
¡¡NOOO!!

(Hay alguna foto, pero la pondré mas adelante porque con esta conexión no hay manera)